lunes, 11 de mayo de 2009

Te Deseo




Te deseo primero que ames,
también seas amado.

Te deseo también que tengas amigos,y que, incluso malos e inconsecuentes sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.


Te deseo además que seas útil,más no insustituible.
Y que en los momentos malos,cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante, no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.


Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.


Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.


Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.


Te deseo que acaricies un perro,alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera, sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas
está hecho un árbol.


Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico.

Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: “Esto es mío”sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.


Te deseo también que ninguno de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.


Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte.


VICTOR HUGO

miércoles, 6 de mayo de 2009

la flor roja de tallo verde


Flor roja de tallo verde

"La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras."
Rousseau

"Una vez un niño fue a la escuela y era bien pequeño. Y la escuela era bien grande, pero cuando el niño vio que podía ir a su clase directamente desde la puerta de afuera, se sintió feliz y la escuela no le parecía tan grande, así. Una mañana, cuando hacía poco que estaba en la escuela, la maestra dijo: -"Hoy vamos a hacer un dibujo". "Bien", pensó . Le gustaba mucho dibujar. Y podía hacer todas las cosas, leones, tigres gallinas y vacas, trenes y barcos y tomó su caja de lápices y comenzó a dibujar. Pero la maestra dijo: "¡Esperen! no es hora de comenzar". Y él esperó hasta que todos estuvieran preparados.

-"Ahora- dijo la maestra- vamos a dibujar flores". "Qué bien". -pensó el niño, a él le gustaba dibujar flores. Y comenzó a hacer bonitas flores, con lápiz rojo, naranja, azul. Pero la maestra dijo: "¡Esperen, yo les mostraré cómo se hacen!". Así -dijo la maestra-. Y era una flor roja con tallo verde. "Ahora sí", dijo la maestra. "Ahora pueden comenzar". El niño miró la flor de la maestra y luego la suya, y a él le gustaba más su flor que la de la maestra. Y no reveló esto. Simplemente guardó su papel e hizo una flor como la de la maestra, roja con el tallo verde.

Otro día, la maestra dijo: -"Hoy vamos a trabajar con plastilina". "Bien" -pensó él, y podía hacer todo tipo de cosas con plastilina: serpientes, muñecos de nieve, elefantes de rabitos, autos y camiones. Comenzó a apretar y amasar la bola de plastilina.
Pero la maestra dijo:- "¡Esperen, no es hora de comenzar!" Y él, esperó hasta que todos estuvieran preparados. "Ahora -dijo la maestra- nosotros vamos a hacer una serpiente". "Bien", pensó el niño. A él le gustaba hacer serpientes. Y comenzó a hacer unas de diferentes tamaños y formas. Pero la maestra dijo: "¡Esperen, yo les mostraré como hacer una serpiente larga!". Ahora pueden comenzar. El niño miró la serpiente de la maestra, entonces miró la suya, y a él le gustaba más la suya que la de la maestra, pero no reveló esto. Simplemente amasó la plastilina en una gran bola, e hizo una gran serpiente como la de la maestra.

Así, y luego, el niño aprendió a esperar, y a observar y a hacer las cosas como las de la maestra. Y luego no hacía las cosas por sí mismo.
Sucedió que el niño y su familia se mudaron a otra casa, en otra ciudad, y el niño tuvo que ir a otra escuela. Esa escuela era mucho más grande que la primera, tenía puerta afuera, pero para llegar a su aula, el niño tenía que subir unos escalones y seguir por un corredor largo.

Y justamente el primer día que estaba allí, la maestra dijo:- "Hoy vamos a hacer un dibujo". Bien, pensó el niño, y esperó que la maestra le dijera qué hacer. Pero ella no dijo nada, apenas andaba por el aula. Cuando se acercó al niño, ella dijo:"-¿Tú no quieres dibujar?". -"Sí" -dijo el niño- "pero ¿qué vamos a hacer?". -"Yo no sé hasta que tú no lo hagas"- dijo la maestra.-"¿Cómo lo haré?"- preguntó el niño. -"¿Por qué?"- dijo la maestra -"De la manera que quieras"-. -"¿Y de cualquier color?"- preguntó él.-"De cualquier color"- dijo la maestra; -"si todos usasen los mismos colores e hicieran los mismos dibujos, ¿cómo se podría saber quién hizo que y cual sería de quien? -"Yo no se",- dijo el niño ,y comenzó a hacer una flor roja con el tallo verde."
(Desconozco el autor, pero es un cuento que me encanta, pues refleja muy bien cómo si dejamos que la creatividad infantil se marchite haremos adultos inseguros y dependientes. El maestro debe ser guia, nunca impositor)